Atravesar la crisis: un tema del que las empresarias/os hablamos muy poco
por Francisco Santolo
En momentos de crisis, es habitual sentirse atrapado, desafiado y con frecuencia, rozar la desesperación. Las emociones nos desbordan, la mirada de los otros toma proporciones fantasmales y proyectamos escenarios que nos aterran y limitan nuestra capacidad intelectual para tomar decisiones.
Tememos por la disolución de nuestros vínculos. Nos invade la culpa, el miedo, el terror al fracaso. Muchas crisis se extienden en el tiempo y el proceso de desgaste es muy significativo.
"En la adversidad se encuentra la semilla de la oportunidad."
Una cosa es decirlo, otra cosa es vivirlo.
Gestionar la crisis es una de las mayores habilidades que puede desarrollar una empresaria/o.
Es cierto que en medio de las crisis más profundas, podemos descubrir nuestras fortalezas, reinventarnos y, finalmente, llevar a nuestras empresas a otro nivel, abriendo nuevos caminos de crecimiento.
Pero también nos enfrentan a nuestros mayores miedos y fantasmas y se hacen dolorosamente presentes nuestras debilidades. Nos descubrimos en la crisis. Ese difícil encuentro con uno mismo y la imposibilidad de evitar las decisiones nos llevan a crecer.
Podemos prepararnos, gestionar los riesgos, anticipar escenarios, comprender qué shocks impactarán de qué manera a nuestro modelo de negocio y preparar planes de contingencia, pero lo cierto es que el mayor aprendizaje de gestión de crisis se da durante la crisis.
La inteligencia emocional juega un papel fundamental. Una gestión emocional eficaz, partiendo de nuestro auto-conocimiento y empatía con los demás resulta fundamental para potenciar nuestro liderazgo y mantener la calma y pro-actividad de nuestros equipos.
En un contexto de crisis, nuestra capacidad de manejar nuestras emociones y acompañar las de nuestro equipo marca una diferencia significativa.
Por supuesto debe acompañarse con nuestra capacidad intelectual de diagnóstico para poder comprender con claridad los impactos a nuestro modelo de negocio y a sus actores y encontrar los caminos y las oportunidades. Es fundamental hacer foco, definir y comunicar una estrategia clara.
La mala noticia es que un mundo más volátil y dinámico nos presentará infinitos shocks que impactarán nuestros modelos de negocios. Será imposible evitar la crisis, y las crisis serán recurrentes. Recuerden que el mundo de los negocios reemplaza el paradigma de la eficiencia por el de la flexibilidad.
La buena noticia es que la habilidad de gestión del cambio y de sostener, ver la oportunidad y aprovechar las crisis se internaliza, se aprende. Cada crisis subsiguiente se maneja con otro nivel de experiencia, de auto-conocimiento, y de tranquilidad. Encontramos mecanismos para transitarlas gradualmente de otra manera y hacerlas más fáciles para el resto del equipo.
En el comienzo de la crisis del COVID, teniendo acceso a la problemática rápidamente (en ese momento vivía en Hong Kong) y aún con mínima información disponible, publiqué y se viralizaron en Linkedin los siguientes consejos. Cierro el artículo con este ejemplo práctico.
Sobre todo te recomiendo que no atravieses la crisis sin pedir ayuda. Es un momento de enorme vulnerabilidad, pero déjate acompañarte por personas que lo hayan hecho antes.
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