Aprendizaje
Los emprendedores, y muchos profesionales de negocios, habitualmente confunden la ideación o invención con la innovación. Pero una idea o invención, no importa cuan sensacional, no puede por sí misma representar una innovación; a lo sumo, puede ser un componente de la innovación, siempre que se aplique para aportar valor a un segmento de clientes determinado mediante la resolución de un problema específico.
Para que haya innovación, es necesario cumplir la promesa de resolver el problema mediante la ejecución y comercialización exitosas del producto o servicio concebido. Francisco Santolo define al concepto con una fórmula: Innovación = Invención * Comercialización. Si hay una idea que podemos poner en manos de los consumidores, esta no brindará los beneficios del proceso de innovación real
La tecnología y creatividad no llegan por sí solas a los clientes ni les brindan beneficios. La “tecnología e innovación” y “creatividad e innovación” son conceptos que están fuertemente relacionados dentro de la cultura empresarial. Sin embargo, la combinación entre la comercialización e innovación no están tan presentes: es por eso que Francisco enfatiza la importancia de esta variable dentro de la ecuación, en esta clase de nuestro Curso de Emprendimiento e Innovación.
Uno de los problemas más importantes que podemos ver en los modelos de negocios es el enfoque en las nuevas ideas y en el producto en sí. Los emprendedores suelen enamorarse de su propia creación y se encuentran atrapados por su ego, pero las empresas del futuro no se basan en productos o servicios, sino en modelos de negocios que plantean intrínsecamente cómo entregar el valor producido a un segmento de clientes, es decir, la comercialización.
La innovación es una fuente muy rica de oportunidades empresariales. Los emprendedores también pueden adoptar herramientas de innovación y trasladar tecnologías directo del laboratorio al mercado. Pero la innovación tecnológica no es la única sino que se puede ahondar en herramientas de diseño de innovación y aprender a desarrollar modelos de negocios virtuosos, escalables, rentables y adaptables que generen innovación para otras áreas del negocio.
Clayton Christensen, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard y uno de los técnicos más influyentes en el mundo empresarial, elaboró un esquema sobre los distintos tipos de innovación, como la innovación sostenida o la innovación disruptiva. Cada uno de estos conceptos tiene un impacto diferente en las organizaciones que los impulsan y en la economía en general. La gestión de la innovación es fundamental para la supervivencia empresarial en el contexto del mundo VICA: volátil, incierto, complejo y ambiguo.
Para explicar la dinámica de la innovación en el mundo empresarial, Francisco explica el caso de Amazon, que no funciona como una sola industria. Si se comprende este fenómeno, se puede anticipar el futuro y entender por qué estas empresas están iterando y rotando continuamente sus modelos comerciales para aprovechar sus fortalezas en nuevas industrias.